jueves, 25 de julio de 2013

Montoneros: No podrán falsear la historia. Galimberti vs Verbitsky





 Hablan la Sra. De Carlotto y algunos reciclados ex montoneros: “Nosotros reivindicamos la lucha inmensa que dieron esos 30.000 hombres y mujeres, para cambiar la historia”(…)que no nos han vencido”. 
Muchos de nosotros en cambio pensamos que sí que nos han vencido, y que entre el delirio militarista  de la lucha armada de los 70’  y la crueldad golpista del 76’ nos llevaron (además de tantos buenos compañeros que no tuvieron la "suerte" de  salvarse como Verbinsky, Firmenich, Bonasso, etc.) las mejores ilusiones.


Una juventud politizada: En los setenta (me comprenden las generales de la ley fui parte de ese proceso) hubo una juventud masivamente politizada. Era un proceso revolucionario generacional –local y mundial– profundo y de aspiración de igualitarismo, cambio y justicia social. Flotaba un ideal de cambio revolucionario, de justicia social, de igualdad de género y raza, de rechazo al capitalismo salvaje,
Y en la Argentina, además, fue un fenómeno multitudinario.
Pero las causas más importantes que generaron el fenómeno de incorporación masiva de las juventudes a la política y (mayormente) al peronismo fueron:

1. La violencia de la revolución libertadora con la extrema crueldad de los
fusilamientos y la inicuas persecuciones durante 17 años del pueblo peronismo
y de su líder desde 1955.
2. La contumacia de los dictadores (Aramburu, Rojas, Onganía,
Levingston, Lanusse) en negar una salida democrática, lo cual generaba más violencia.

¿Cuántos eran  los miembros de la juventud argentina (peronista, radical, socialista, democristiana, etc.) que no pertenecían a las organizaciones armadas?
Según el INDEC (antes de su destrucción por el actual gobierno) en 1970 sobre una población total del país de 23.962.314 había :6.937.000 jóvenes entre 20 y 40 años.
Los jefes y comandantes de las organizaciones armadas parecen demasiado poco como para imponer su delirio militarista a tanta gente. Pero si discriminamos por
edades apreciará el lector aún más el desatino de esas minorías de
imponer su voluntad sobre estas mayorías: entre 20 y 24 años había
(en números redondos) 1.966.000 jóvenes. Entre 25 y 29 años:
1.752.000. Entre 30 y 34: 1.627.000 y entre 35 y 39 años: 1.592.000.

 Cuántos eran los jefes montoneros: ¡Las organizaciones armadas eran una ínfima minoría pero  frustraron tanta ilusión contenida en 17 años de represión y proscripción del pueblo!
Habría que tratar de precisar la cantidad de personas que estaban
bajo el área de influencia de Montoneros en su apogeo. Separando
los cuadros medios (el área de superficie que normalmente se confundía
con los militantes peronistas de barrio no eran combatientes)
quedaría un núcleo duro de conducción, de cuadros combatientes
que no excedería de unos centenares con una jefatura
centralizada que nunca excedió –contando lo que podría llamarse
Estado Mayor– de unos 40/50 oficiales montoneros.

Ceferino Reato  ( Operación Traviata, ¿Quién mató a Rucci?, La verdadera historia,
Ed. Sudamericana) trae en  fundamentado libro una
opinión concordante sosteniendo que a finales de 1972 la incorporación
de Montoneros a la salida electoral que pregonaba Perón
“le permitió un crecimiento espectacular, algo que necesitaba ya
que, como aparato militar, había sufrido duros golpes y redondeaba
apenas unos veinte cuadros en libertad; los otros estaban en la
cárcel o habían sido muertos”.

Richard Gillespie (Soldados de Perón, Los Montoneros, Ed. Grijalbo) trae un aporte interesante acerca de la cantidad de gente que movilizaba Montoneros y que era, según mi opinión, sensiblemente menor a la totalidad de los jóvenes peronistas: los
tirajes de las revistas pro-montoneras que se suponen de compra
obligatoria para todos los integrantes. Dice que el semanario
Militancia, de orientación pro montonera, llegaba a 40.000 mientras
El Descamisado o Noticias –que dirigía el miembro de la prensa
e inteligencia montonera Bonasso– tuvieron tirajes superiores
sólo en un lapso muy corto de tiempo.

 Marcelo Larraquy (Fuimos soldados, historia secreta de la controfensiva montonera), estima de esta manera la cantidad de cuadros de Montoneros: “…la Organización desde que había ingresado en la clandestinidad en 1974 pasó de seis mil cuadros a poco más de cien” (en 1977).

Otra mentira: que Perón los alentó: Los alentó hasta que Lanusse acorralado por el propio Perón y el peronismo dio elecciones. Qué les pidió y les dijo a los imberbes una vez que estábamos en el gobierno:

1. Intentó juntarlos a todos (junio de 1972) bajo una conducción
colegiada de Juventud Peronista. Los Montoneros boicotearon
la reunión pese a que igual salió la incorporación de Galimberti
y Licastro a la Conducción Nacional del justicialismo.

2. Les pidió de todas la formas posibles que dejaran las armas
y se incorporaran al gobierno que seguramente ganaría las
elecciones próximas.

3. Les dio un lugar importantísimo en todos los gobiernos e
instituciones nacionales, provinciales y municipales. Y, entre otras cosas, les decía:
Dentro de estas consideraciones no puedo eludir tratar lo concerniente a la juventud, que representa el futuro de la patria por el cual estamos luchando hace ya tantos años…Para que todo ello pueda ser realizado racionalmente y con provecho
cierto, es preciso también que la juventud se persuada de que la lucha
activa ha terminado y que comienza otra lucha no menos importante
por la Reconstrucción y la Liberación de la Patria, en la que hay
que llegar a la unidad nacional cohesionada con una solidaridad de
todos los argentinos que sea garantía de una paz indispensable para
la Reconstrucción. (Discurso pronunciado por radio y televisión el 21 de setiembre de 1973 como cierre de campaña para los comicios del 23 del mismo mes)

 ¡La lucha activa ha terminado!, les dijo Perón. Y siguieron matando…

 La composición social de las organizaciones armadas: La composición social de las organizaciones armadas era notoriamente de clase media. Eso es cierto. En su furibundo ataque a Montoneros  sostiene Pablo Giusssani (La soberbia armada, Ed. Sudamericana, 2003) que esa impronta de aspirar a una revolución hecha para superhombres y las vías de inserción en la masa eran –para los combatientes– a su vez maneras de distinguirse de ella. Y habla Giussani de una “clase media vergonzante” que utilizaba una especie de heroicidad selecta en las operaciones de comando pero que dejaba a la masa el papel coral de “acompañamiento a distancia”.



Horacio Verbitskyy: No podrán falsear la Historia (II)


 Síntesis del careo judicial entre Rodolfo Galiberti y Horacio Verbistky en el Juzgado del Dr. Carlos Luft por el traslado de 60 millones de dólares a Cuba del secuestro de los hermanos Born, (diario Ámbito Financiero 8/9/1992).


 “Galimberti: Este señor (se refiere a Horacio Verbitsky) niega haber sido Jefe de la Base Lima, de acuerdo a lo que leí, niega haber estado en la estructura de inteligencia, disculpe señor Juez, pero este tipo debió haber sido aguatero en los Montoneros porque francamente, yo no me explico qué hizo entre el '73 y el '77, que murieron miles de personas en el país, qué hacía este señor en un organismo político-militar, una organización de combate que pasó a la clandestinidad en el '74, bajo un Gobierno constitucional, hecho del que hasta los Jefes Montoneros se han autocriticado y este tipo dice que no hizo nada, no participó de ningún hecho armado, yo no sé cómo hacía, porque había (en Montoneros) una orden expresa y una disciplina, había un código de justicia militar que hasta contemplaba la pena de muerte, que a mí me la quisieron aplicar(…), y estaba prohibido tener bienes personales, como casas, o autos, había que socializarlos, entregarlos a la organización.  
Juez: ¿Ud. afirma que el fundador y responsable por aquellos años de la base Perú del Dpto. de Asuntos Latinoamericanos de la OPM Montoneros fue el señor Horacio Verbitsky?
Galimberti: Sí señor, categóricamente, fue mandado para esa misión.
Juez: El señor Verbitsky niega esas circunstancias, esto es un careo, los testigos tienen que…
Galimberti:…por la sangre de esos compañeros, escribiendo pavadas todas las  semanas (…).Hablá, decí la verdad. Decí lo que hiciste, si no  te va a pasar nada, no vas a ir  en cana, bajá del pedestal.
Verbitsky: Voy a hacer  lectura del art. 312 del Código de procedimiento…
Galimberti: Si dijera la verdad queda la posibilidad de que nos reconciliemos con él, porque me he reconciliado con mis adversarios de aquella época, con los cuales hemos intercambiado tiros. Pero este señor es imposible porque no dice la verdad, es una cosa dificilísima. Ahora va a leer el Código de Procedimientos, en fin. Disculpe que me irrite, pero yo estuve 18 años prófugo, la última vez que me pude dirigir a este señor fue en una solicitada del año 87 que el señor no contestó(…)Quiero decir una sola cosa; que quede asentado, que este señor necesita construirse una historia para esos 5 años, está construyendo una vida nueva.
Digo que había una necesidad que era la de llevar el dinero del secuestro de los hermanos Born a Cuba, por lo menos de la porción que Firmenich, había pactado personalmente con Fidel Castro que iba a ir a Cuba. Lima era el camino más directo, más seguro, por lo menos por la evaluación de inteligencia cubana. México se desechó porque si bien tenían buena relación, la presencia de la inteligencia americana era muy fuerte en México, sobre la embajada cubana. Hay una guerra a nivel continental entre los servicios de inteligencia.
En Perú en el año 78, le hundieron un barco a los cubanos... el problema es ése señor Juez, si me preguntan o buscamos más compañeros para preguntarle sobre este caballero (Verbitsky), van a aparecer infinidad de testimonios, había miles y miles de compañeros. No murieron todos.
Fiscal: Preguntado para que diga quiénes cubrían alternativa­mente esos Deptos., dice Galimberti: que "el Jefe de todos los Departa­mentos era ‘Petrus’ Campi­glia con el grado de Oficial Mayor, y Jefe del Depto. Poli­cías y FFSS era Rodolfo Walsh, en Inteligencia Opera­tiva y sub-sector Policía Fede­ral, era Horacio Verbitsky y responsable de inteligencia Militar era el declarante con el grado de Capitán, esto es el área específica FF.AA”.
Secretario: Señor Verbitsky, Ud. declaró ante una pregun­ta que le fue formulada para que diga si integró Organiza­ción Peronista Montoneros, contestó que sí; desde princi­pios de 1973 hasta mediados de 1977. Preguntado para que diga con qué jerarquía obraba en la organización manifestó que no militaba con jerarquía al­guna”.
 De esta acusación entre ex oficiales montoneros Verbitsky salta, siempre inmaculado y sin arrepentirse de nada, a 1979. En plena dictadura leemos en el prólogo del libro “El Poder Aéreo de los Argentinos”, del Comodoro Juan José Güiraldes (h), editado por el Círculo de la Fuerza Aérea lo siguiente:
Este libro no hubiera podido llegar a la(s) prensa(s) de no haber recibido el permanente aliento y la eficaz colaboración de Horacio Verbitsky”.
¡1979! Año en que seguramente habría algún “vuelo de la muerte” de la Fuerza Aérea tirando al mar a los compañeros de Verbitsky. Y él mientras tanto, impertérrito como lo critica Galimberti, daba “permanente aliento y eficaz colaboración” a la dictadura…
Pero dicen de él algunos camaradas:
La colaboración de Horacio Verbitsky en la realización de este libro, editado en 1979 –pleno Proceso-, nos parece bien, creemos que es un intento de política correcta de buscar anclajes nacionales en las Fuerzas Armadas. Nos parece además de una enorme audacia que Verbitsky hiciera política hacia los sectores nacionalistas de la Fuerza Aérea en el momento en que, por poner un ejemplo nomás, los transportes de la VIIª Brigada Aérea servían para alfombrar con cadáveres de nuestros – sus- compañeros, el lecho del Río de la Plata” (www.rodolfowalsh.org. Ideas,documentos).
 ¡Y hoy este personaje se arroga el derecho de cuestionar al Papa Bergoglio por su falta de no se sabe de qué! ¡No, si la impunidad en Argentina es ya patológica…!
En el surrealismo del país trucho que padecemos cualquiera puede inventarse una nueva vida como lo advierte lúcidamente Galimberti de Verbitsky en el careo judicial. Una nueva vida basada en la desmemoria y la impunidad; desmemoria e impunidad que los reciclados aprovechan muy bien a la  mínima oportunidad de reciclarse: Néstor y Cristina K. como “defensores de los derechos humanos”, Firmenich, Verbitsky, Perdía, como “jóvenes idealistas”, los niños bien de la oposición como líderes de masa…todo puede reciclarse, en fin para qué seguir.
Pero, ojo, hubo y hay colaboración de la gente que no sanciona (lo primero: moralmente) estas conductas que expongo.

Pero es inútil: No podrán falsear la historia:

“En una sociedad cerrada el poder no sólo se arroga el privilegio de controlar las acciones de los hombres –lo que hacen y lo que dicen.; aspira también a gobernar su fantasías, sus sueños y, por supuesto, su memoria. Organizar la memoria colectiva; trocar la historia en instrumento de gobierno encargado de legitimar a quienes mandan y de proporcionar coartadas para su fechorías es una tentación congénita a todo poder. Los estados totalitarios pueden hacerla realidad. En una sociedad cerrada la historia se impregna de ficción, pues se inventa y reinventa en función de la ortodoxia religiosa o política contemporánea, o, más rústicamente, de acuerdo a los caprichos de los dueños del poder”.
Mario Vargas Llosa, La verdad de las mentiras, Ed. Alfaguara


“Es inconveniente llevar la historia ante la justicia ya que, como somos fruto de generaciones anteriores, también somos fruto de sus errores, pasiones y malentendidos, es más, de sus crímenes; resulta imposible que nos lleguemos a liberar enteramente de esta carga. Si condenamos estos errores y nos eximimos de culpa por ellos, no podemos ignorar que nuestra existencia está enraizada en los mismos (…), el conocimiento del pasado es sólo deseable si es útil para el futuro y el presente, no si debilita el presente o erradica un futuro vital”
(Friedrich Nietzcche).

Hay un momento en mi novela que digo que cada vez que veo un superviviente me pregunto qué hizo para seguir vivo. La gente piensa que es bueno olvidar y no hablar de los momentos duros. Pero los momentos duros hay que apurarlos hasta el final y asumirlos. ¿Qué hiciste para sobrevivir al campo de concentración, abuelito? ¿Qué hiciste para sobrevivir a la guerra sucia, papá? Cuándo no asumes lo que hiciste, te estás engañando a ti mismo y a tu entorno. La Argentina no se hizo esa pregunta y en España tampoco. Toda supervivencia es sospechosa. El ser humano debe asumir su lado oscuro, sus complicidades, sus claudicaciones. La palabra "perdón" enmascara mucha cobardía.
(Arturo Pérez Reverte)


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