jueves, 25 de julio de 2013

Literatura: Escritos cortos de Borges, Pérez Reverte, Bioy, etc.



                                                   Perez Reverte

M. Vargas Llosa El país, 23 de junio de 2002 "Cuidado con Elizabeth Costello”
La literatura no nació para estimular el vicio ni la virtud (aunque ambas cosas sin duda también resultan de ella, pero de una manera infinitamente diversa e incontrolable), sino para dar a los seres humanos aquello que la vida real es incapaz de darles, para hacerlos vivir más vidas de las que tienen y de manera más intensa de la que viven, algo que su imaginación y sus deseos les exigen y la  vida real, la vida confinada y mediocre de sus existencias reales, les niega cada día. La literatura no hace felices ni más buenos, ni más malos, a los lectores. Los hace más lúcidos, más conscientes de lo que tienen y de lo que les falta para colmar sus sueños, y por lo mismo más insumisos contra su propia condición, más desconfiados frente a los poderes espirituales y materiales que ofrecen recetas definitivas para alcanzar la dicha, y más inquietos y fantaseadores, menos aptos para ser manipulados y domesticados. Es verdad que en los grandes momentos de hechizo en que los sumen las obras literarias logradas, sus vidas se enriquecen extraordinariamente y que aquellas les deparan una exaltación que es dicha, goce supremo. Pero, luego, cuando el hechizo se cierra con las páginas del libro, lo que la literatura depara es una brutal comprobación: que la vida real, la vida vivible, es infinitamente más mediocre y pobre que la vida soñada de la literatura.



La literatura es una forma de ausencia.La soledad que requiere es una especie de marginación voluntaria. La literatura es la única que puede escribir la contrahistoria. La literatura no juzga. Simplemente restituye los pliegues y las zonas no iluminadas de la historia, que se dedica a los grandes acontecimientos (V. Consolo).


Juan José Millás: El País, 11/10/02.
Nosotros estamos hechos de palabras. Cuando nacemos, alguien toma en sus brazos ese trozo de carne fresca y comienza a amasarlo con palabras. Somos niños o niñas, altos o bajos, feos o guapos, porque nos cuecen en una salsa de adjetivos, pronombres, verbos, adverbios y preposiciones.  El corazón mata, pero las palabras también. Vamos al cardiólogo cuando nos duele el corazón, pero no se nos ocurre acudir al gramático cuando nos duele la vida. Es cierto: a veces no eres capaz de sacar adelante el proyecto que tenías de ti y te sale un individuo detestable. Pero si dispones de los recursos verbales necesarios para darte cuenta, quizá puedas rectificar. Me pregunto si no nos habremos convertido en las sociedades y en las naciones y en los países equivocados. Y si todavía estamos a tiempo de construir una frase tan sencilla, pero tan eficaz, como la de esa novela: érase un mundo (aquí léase país, y sígase leyendo Argentina n. del a., o sea yo) que descubrió que se había convertido en un mundo equivocado. Hay que hacer un pequeño esfuerzo sintáctico pero vale la pena. Viva la gramática. (El país, 11/10/02).


-(Ramón Pernás)La literatura está en retroceso. Los libros en alza. Cada libro nuevo es un test con las ilusiones del primerizo. Guardo una relación de vida íntima con la literatura.  No podría vivir sin la literatura: como escritor y como lector. En el fondo creo que escribo porque soy un buen lector. He crecido, me he formado, he vivido y sigo viviendo dentro de una cultura libresca.

-(Mempo  Giardinelli). Pienso que toda buena vocación literaria se origina, inexorablemente, en la lectura. Es la lectura la que moldea al escritor. No creo que nadie decida ser escritor. Uno ama la literatura y acaso un buen día descubre que también escribe.

-Escritor es el que se para a pensar el adjetivo (Francisco Umbral)


-(Rilke - Cartas a un joven poeta). Una obra de arte es buena cuando brota de la necesidad. Por eso mi distinguido amigo, no sabría darle más consejos que éste: entrar en sí mismo y examinar las profundidades de que brota su vida: en ese manantial encontrará usted la respuesta a la pregunta de si debe crear.
 -Eres escritor si por grande que sea el dolor que encuentres en tu camino, posees la cualidad de convertirlo en literatura, es decir, en felicidad para los demás. (Maruja Torres – Mientras vivimos).

-No se escribe en medio de un gran dolor, sino con el recuerdo de un gran dolor (Enrique Santos Discépolo).
 -La literatura es lo único que te protege de las heridas y los golpes de la horrenda vida auténtica. Para escribir hay que dejar de ser escritor, hacerse pasar por otro, convertirse en un extranjero. (E.Vila MatasLa Nación 20/2/06).


-Así como dijo Unamuno que el lenguaje es la sangre del espíritu, la tinta roja es la representación de esta sangre (Ramón escribía con tinta roja)- Respondo de ese modo a la máxima de Nietzsche según la cual es escritor aquel que escribe con su sangre(GOMEZ DE LA SERNA)
La materia para el escritor es la memoria, no hay otra. Pero la memoria en vigilia, despierto. (Idem).

-(Ray Bradbury- Zen en el arte de escribir) Un artista de cualquier campo para trabajar creativamente tiene que poner la carne y disfrutarlo como una diversión o una fascinante aventura.


No como esos obreros de la industria pesada en que se han  convertido los escritores profesionales (B.Berenson-historiador del arte).


-Debemos huir de muchas cosas, de casi todo. No sólo de la opresión, sino de los convencionalismos. Del consumo. De la moda. De la simplificación. De las masas. Del otro. Escribir es un acto desafiante. Una huída de lo que empobrece y empequeñece al ser humano. Hay que huir de todo menos de uno mismo aunque el caos reine en nuestro interior (Gao Xinjian -Nobel de literatura).


-Bioy Casares: Me atrevo a dar el consejo de escribir porque es agregar un cuarto a la casa de la vida. Está la vida y está pensar sobre la vida, que es otra manera de recorrerla intensamente. Escribir es un intento de pensar con precisión. Lo que me mueve a escribir es el placer de las historias. Es algo que va más allá de la técnica, es algo que tenemos en común con los muchachos que entraban en los cafés de El Cairo y contaban historias que hoy llamamos Las Mil y Una Noches.
El consejo a alguien que empieza a escribir es que lean mucho, que traten  de leer buenos libros, que no se crean infalibles, etc.
Escribir se parece a cocinar. Poner los ingredientes en la cantidad suficiente. Hay tanta gente que escribe para lucirse. Yo empecé así y fracasé hasta el día que olvidé todos esas pretensiones. Cuando escriban no olviden que todo libro es una máquina compuesta de papel impreso y de un lector.
La escritura es para describir en el tiempo y la pintura en el espacio. En los procesos de escribir y corregir se ordena el pensamiento.



Ernesto Sábato - El escritor y sus fantasmas
En toda gran novela, en toda  gran tragedia, hay una cosmovisión inmanente. Así, Camus, con razón, puede afirmar que los novelistas como Balzac, Sade, Melville,
Stendhal, Dostoievsky, Proust, Malraux, y Kafka son novelistas filósofos. En cualquiera de esos creadores capitales hay una visión del mundo, una intuición del mundo (E.Sábato - El escritor y sus fantasmas)



Aturo Pérez-Reverte – El compromiso de narrar- El país 26/9/2004.
-Si la literatura, el acto de escribir, es también un acto de seducción del lector, resulta que, a veces, la incapacidad de seducir escribiendo crea escritores no literarios, sino sociales. A menudo, el presunto compromiso sirve para camuflar la ausencia de talento. Obsérvenlos. Están ahí, en la tele, en los periódicos, en la radio, en las mesas redondas, en los congresos sobre literatura o  sobre lo que se tercie. Opinando de todo. El paisaje rebosa de escritores comprometidos de los que nadie ha leído una línea. Y a veces porque ni siquiera han escrito una línea.



Las disposiciones ortográficas no se inventaron para que el hombre escribiera correctamente, sino para que pudieran existir los errores de ortografía. Sin ellos, escribir no implicaría ningún sobresalto. Pero si a pesar de todo ha de reformarse la ortografía, no aparece lo más indicado hacerle modificaciones y supresiones a la actual. Eso sería crear una serie de reglas nuevas que contribuirían a confundir tanto a quienes ignoramos las actuales, como a esos seres extraños, un tanto interplanetarios que dicen conocerlas. Lo que se necesita es la anarquía. Que cada escritor  disponga del inusitado privilegio de ser leal a sus corazonadas. Eso sería autorizar al hombre para que regrese legalmente a la infancia. (G.García Marquez – El Heraldo, Barranquilla 9/52).


-La ironía requiere de una especial disposición de ánimo en que se unen la tolerancia, el humor, el desengaño, la paciencia y la malicia.  Es propia de las civilizaciones antiguas que han visto pasar muchas cosas, que han visto caer imperios, hundirse tiranos, aclamar impostores, y a las que todo ello les ha dejado un poso de escepticismo, de mordaz anticipación sobre el advenedizo (Luis Racionero)


-Así como los primeros exploradores de América no sabían en que momento recibirían un desmentido a sus expectativas o una confirmación de semejanzas archisabidas, así también  podemos nosotros pasar sin darnos cuenta junto a fenómenos jamás vistos porque nuestros ojos  y  nuestras mentes están acostumbrados a elegir y catalogar sólo aquello que entra en las clasificaciones aceptadas. Tal vez se nos abre todos los días un nuevo mundo y no lo vemos (Italo Calvino).


-Para algunos al menos, para los más viejos (los más viejos, entonces, tenían 30 años), la certeza de que no hay nada que esperar de la acción política se había abierto paso, brutal, al cabo de una década o más de militancia. Nadie transformaría un mundo tan enfermo (Gabriel Halbiac).

  BIOY CASARES: El humorismo es la más alta forma de la cortesía. El afán de lucidez me lleva con frecuencia a descubrir  el lado absurdo de la cosa y el afán de veracidad me impide callarlo.
Mezcle bien -en proporciones iguales- barro y bosta, y obtendrá un uruguayo; pero atención: por poco que se exceda en la bosta, le sale un argentino.

-No había censura ni leches. La censura de Pemán era su santa esposa. Hay escritores que tenemos la censura en casa, pero lo disimulamos clamando contra el sistema, cuando la verdad es que el sistema ni se ha ocupado de nosotros" F.Umbral. Los alucinados.



La cábala y sus símbolismo: Gershom Sholem: Que los cabalistas consideran que Dios estaba a punto de destruir el mundo, espantado por la maldad humana. No lo hace porque en cada generación hay 36 hombres justos que salvan al mundo, en secreto, sin que nadie lo sepa, ni ellos mismos que no se conocen entre sí. (Borges).


Pero, a propósito, la vida, en sí, ¿tiene lógica? Difícil cuestión. Así, de pronto, tenderíamos a decir que no. La vida transcurre. Sucede, es. En todo caso, somos nosotros quienes le damos una lógica, formulándola en términos narrativos. Es decir, narrándola o narrándonosla. Pero, incluso narrándonosla, quizá tampoco tuviera lógica si no diéramos un sentido a los acontecimientos que la jalona gracias a las emociones que tales acontecimientos suscitan en nosotros. Emociones sin las cuales, como ha explicado un gran científico, el neurólogo estadounidense de origen portugués Antonio DAmasio la tan celebrada lógica, el pensamiento racional, el Cogito ergo sum de Descartes valdrían muy poco: procederíamos a ciegas en nuestra implacable lógica, que se valdría del mismo mecanismo (y de la misma lógica) tanto si tuviéramos que aplicarla para organizar nuestras vacaciones como para planificar el exterminio de nuestra familia. (Antonio Tabuchi, El País, 21/02/03)

Entonces pienso otra vez en…,y, para no preguntarme qué ha sido de mí,  me pregunto que habrá sido de ellos. (Javier Cercas)

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